‘Desde la Leyenda’, Martes Santo. San Pedro y Jesús Cartagena Pescador

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Cartagena despierta en el día más castizo, más militar de todas su Semana Santa. Una procesión que comenzó como simples traslados de imágenes para la preparación de la Magna Procesión del Miércoles Santo y que a día de hoy configuran una de las citas imprescindibles de estas fechas. Desde el Arsenal con la salida de San Pedro, el Gobierno Militar y Santiago comenzando su marcha y desde el Parque de Artillería con San Juan iniciando su desfile la ciudad recuerda la estrecha relación que desde el ámbito militar se guarda con la Semana Santa. Una relación que comenzó en el siglo XVIII para evitar desgracias ante las aglomeraciones de fieles para tocar las imágenes y que hoy da un punto de distinción en los desfiles pasionales. 

Tal vez uno de los elementos que más llaman la atención al visitante que se interesa por la Semana Santa de Cartagena es la estrecha relación que tenemos con las tallas, con los santos; pues el cartagenero los considera como familia, como algo suyo. Tan sólo hemos de pensar cómo los denominamos: “El Jesús”, “El San Pedro”, “El San Juan”, “El Santiago”, “La Pequeñica”, etc. 

En este sentido con San Pedro y el Arsenal Militar hay una relación mucho más estrecha, pues desde el año 1941, con el nombre “Jesús Cartagena Pescador”, aunque hay alguna referencias anteriores. Conocido como Pedro Marina Cartagena forma parte de la plantilla de La Armada y por este motivo se encuentra obligado a cumplir un estricto horario (de ahí el permiso de 24 horas que se le concede el Martes Santo por la tarde y el posterior arresto al llegar tarde el Jueves Santo ya de madrugada) y un hecho que llamó poderosamente la atención de propios y extraños en el 28 de enero de 1947 cuando se le obligó a presentarse a un examen ante lo recortes de plantilla que se estaban produciendo desde años atrás y porque según su fecha de nacimiento (1886) rezaba ya 65 años, con lo que debía retirarse. Siguiendo a la propia agrupación “…La solución al difícil enredo partió del Comandante Jefe, D. Guillermo Díaz del Río: cesar al llamado “Pedro Martín Belmonte“, y volverlo a contratar. De esta manera, todavía precaria, continuaría hasta 1955 cuando, por disposición del Excmo. Comandante General del Arsenal, D. Luís Lalleman Menacho, y gracias a las gestiones de la Camarera del Santo, Dña. Concepción Navia – Osorio Aguirre, quedaba admitido como carpintero fijo de la Maestranza, con categoría de operario de Primera y en condición de “excedencia forzosa” y recortados sus emolumentos por ello. A la vez fue inscrito con un nuevo nombre mucho más significativo y simbólico: Pedro Marina Cartagena”.

 

 Escrito por Santi García 

Autor de Cartagena Legendaria